Every group that comes to the mission has a slightly different experience to share. I thought the story today was an incredible one. My husband has been flying for business for most of our married life. In fact, he has over 6 million air miles to his credit. In all the hours and days that he has spent in airports he has never heard or witnessed one like it either.
There were 5 elders flying to Atlanta on a plane out of New York. However, the plane was late leaving New York…very late.
When they arrived in Atlanta it was time for their plane to Buenos Aires to take off. Even as weighed down as they were with their carry-on items, they ran to the gate with a prayer in their hearts.
When they arrived, the gate was already closed and the plane had already pulled out. The gate agent told them that they would have to rebook on another flight.
As they started to walk away, another agent told them to wait a minute. It turned out that he was a returned missionary. Then he called the pilot and asked him to come back…and the pilot did!
They told us that they were loving every minute of today…the trip to the CCM to pick up our Latin missionaries, the drive through downtown Buenos Aires on the boulevard Nueve de Julio, our stop at the park Tres de Febrero, lunch at the parilla and orientation/interviews at the mission home.
I can say that it wouldn’t have been the same without them. In the mission we often witness how the Lord puts people in our paths to help us. We are grateful for these special blessings.
In fact, the 16 of us spent a wonderful day together. We are sooooooo glad they all made it…not just those five, but each and every one, with a little extra shoutout for Sister Carrizales who has been waiting for her visa since January!
At the CCM, we picked up an elder from Uruguay, and elder from Paraguay and a sister from Chile. We also included a sister from Peru on our tour today since she arrived mid-transfer. I think it is our first transfer ever without an Argentine in the group.
Cada grupo que viene a la misión tiene una experiencia un poco diferente para compartir. Pensé que el cuento hoy fue increíble. Mi esposo ha estado volando por sus negocios la mayoría de nuestras vidas juntas. El hecho es que el tiene mas de 6 millones de milles en su cuenta. En todas de sus horas y los días que el ha pasado en aeropuertos el nunca oyó ni vio tampoco un cuento como esta.
Había 5 elderes que van a volar a Atlanta de Nueva York. Sin embargo, el avión salió tarde de Nueva York...muy tarde.
Cuando ellos llegaron a Atlanta era la hora de salida de su avión. Ellos corrieron rápido, con un montón de cosas en sus manos, por supuesto, a su puerta con una oración en sus corazones.
Cuando llegaron, la puerta ya estaba cerrada y el avión ya había salido. El agente de aeropuerto les dijo que ellos van a hacer otra reserva para otro vuelo.
Ellos fueron, pero después de algunos segundos otro agente les dijo...esperen. Al final, el era un misionero retornado. El llamo al piloto y le pidió regresar...y si, lo hizo!
Ellos no dijeron que ellos estaban disfrutando cada momento hoy...el viaje al CCM a buscar a nuestros misioneros latinos, la oportunidad de ver Buenos Aires por medio de la calle Nueve de Julio, nuestra parada en el parque Tres de Febrero, almuerzo a la parrilla y sus orientaciones y entrevistas en la casa de la misión.
Yo puedo decir que no va a ser lo mismo sin ellos. En la misión es normal ver como Dios pone pone gente en nuestros caminos para ayudarnos. Estamos muy agradecidos por estas bendiciones especiales.
El hecho es que los 16 de nosotros pasamos un día buenísimos junto. Estamos muy felices que todos están aquí...no solamente ellos 5 pero cada uno de ellos con un poco extra para la Hermana Carrizales, quien ha estado esperando su visa desde Enero!
En el CCM, buscamos un elder de Uruguay, un elder de Paraguay y una hermana de Chile. También, incluimos una hermana de Peru hoy porque ella llego en medio del traslado. Pensé que es nuestro primer traslado sin alguien de Argentina en el grupo.
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